miércoles, 27 de octubre de 2010

Caída
















Me siento a esperar sobre tu sombra
a que llegues,
tembloroso el anhelo
y ese sabor dulce a sal
con el que te dibujo letra a letra.

Decides no acercarte
girando la sonrisa hacia otros tiempos
en los que debí callar
y asentir al miedo.

Cercana la caída
maquillo ojeras
con la saliva de los besos que guardé
entre los surcos de la mano.

Inhalaré tenue hoy esa espera
que algún día he de exhalar
ante lo cierto.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Dónde





















Dónde quedó la luna
ahora que llegó la noche
robando el silencio a los párpados,
ahora que los fanales aúllan
vistiendo de camino las calles.

Tal vez en la rosaleda
a los pies del ángel caído,
donde todo sigue igual
a cómo quise dejarlo.

Casi podría componer una nana
deshojando las notas
que le sobran a la melancolía.

Huído de mí en el palacio
y sus paredes de cristal
los sueños se saben condenados
como peces en su encierro.

jueves, 23 de septiembre de 2010

No hables

















No hables...
prefiero que escuches
el verde templado que habita en la sombra
el sollozo fugado al rincón del latido
o la luz desposada que tibia
rasga la madrugada.

Por esto y más
no hables...
ni verbos, ni ganas, ni asaltos,
tan sólo la mano tendida
y tus labios sellados.

Dejemos al reloj y sus fusas
calzar nuestra languidez.

domingo, 23 de mayo de 2010

Silencios





















Se escucha repicar, a lo lejos,
el tañir del viejo campanario
jugueteando entre las calles,
delineando los latidos de la espera
-no hay color cuando la luna
decide no aparcar
en doble fila-.
En los edificios
algunas ventanas se iluminan
como estrellas en la noche
dibujan una constelación
que no consigo averiguar.
A su falda, plantados
y caprichosos en su respiración,
los semáforos a esta hora
ya bombean poco ruido en lo que es
el descanso del dragón.
Todo parece tranquilo,
todo huele a maullidos y jazmín.
Hora de echar persiana a las palabras
y cerrar con candado
las ganas de buscar.

viernes, 21 de mayo de 2010

Lejos

























A lo lejos la verdad
y mientras tanto, aquí en la orilla,
se derrite el sol borrando cualquier huella.
No queda sombra en las esquinas
cuando la voz torna apetito
y devora las miradas
-dirán que aún pienso en tí
sin ser del todo mentira-.

Como tratar de pescar con la caña de mis dedos
alguna isla,
aquella en la que alguien dejó tendido
y secándose el anzuelo,
donde el viento quedó enganchado
incapaz de despeinar ya siquiera el cabello
en alguna de tus muchas fotos.
Hoy la pregunta no es aquella pared
contra la que hacía rebotar la sonrisa
-y aún así dirán que todavía pienso en tí
sin ser del todo mentira-,
hoy es tan sólo el espejo
donde olvidé, escrito en vaho,
lo que esperaba llegar a ser dentro tuyo.


lunes, 12 de abril de 2010

martes, 5 de enero de 2010

Fuga

Que no sabes qué hacer conmigo...cuando ni yo se qué hacer conmigo. Podríamos comenzar por coger el cómo me ves, añadirle el cómo me veo y tratar de descubrir quien soy. Aunque lo dudo, dudo que alcanzaramos a encontrar algo más de en qué me convertí, un ser demasiado gaseoso de su pasado, demasiado gaseoso de su futuro, y demasiado sólido y pesado de su presente.
Que me resulta demasiado fácil escribir sin corsé, punteando sin tela, como hacer mímica usando palabras. Y que tanta letra no me lleva a ningún sitio, que me cansé tratando de dictar un orden y que al final todo se confunde entre lineas de silencio. Asi que callo y observo. Y todo vuelve a reducirse a lo único que siempre fué.

Que volví a cruzar la calle y ya mi acera quedó demasiado lejos...
Que lentamente todo vuelve a su razón de ser...