jueves, 24 de enero de 2008

El banco



















El banco sigue vacío

aferrado a la mano,
como un niño que teme perderse,
de su propia sombra.

En las esquinas de la noche
-aquellas dónde prohiben el paso
a la media luna-
algún cansado fanal
se consume empeñado
en pintar de luz fantasmas.

Que lástima que llegues tarde
a nuestro adiós.
No verás zarpar
la queja del albatros
anclada en mi garganta.

Sentaré mi espera en el banco...
y sin embargo, aún conmigo,
seguirá siendo
ese mismo banco vacío.

martes, 22 de enero de 2008

Buscando


No busques, no quedan

sino migajas de nada bañadas en nada,
absurdo esgrimir sendas
en el desierto más abrupto.

Dices, escuchas, sueñas
y en la ausencia la luz varada
a tocar sombras apenas
hace el esfuerzo, absurdo
cubrir lo que a nada anhela.

Colores...merecen apenas
esbozo de rencores, tu palma en la mía
y sólo queda
creerte en mí cuando ni es tuyo.

lunes, 14 de enero de 2008

No molesta




No estás, no me molesta,
molesta el no olerte,
ni siquiera importa lo que pudo ser,

la lágrima cae porque fuiste.

No supe retener tu risa entre mis dedos
cada una de las veces en que aprendí a robártela,

colgar mi tristeza en la noche de tu puerta
y recogerla cada vez que tocaba regresar

la respiración.


Si amé no es la tristeza,

es la ira que rebosa.


Pero ya no,

no me importa el que no estés,

sí el no poder tocarte y seguir siendo.

jueves, 10 de enero de 2008

Cuatro

I

Silencio en las calles
el vaso de un grito hecho añicos
derrama tu nombre por las aceras.


II

Niebla trae el viento
la mariposa palpa la tarde
buscando la primavera.


III

El anzuelo hiere el mar
lanzas que apuntan al cielo

la orilla se esconde bajo las olas.



IV

Rios que afilan montañas
y las lágrimas

no consiguen borrarte de mí.