lunes, 16 de marzo de 2009

Ocurre




















Ocurre a veces que olvido
el frío en invierno
y el naranja en otoño
o ese tercer acorde de blues
que debiera cerrarme.

Ocurre a veces que pierdo
el camino zanjado,
la semilla caída
de esa voz susurrada
cerca de la escucha impaciente.

Ocurre a veces que descuido
la ropa tendida por tí
y su olor teñido de limpio,
la caricia vedada,
el escueto beso.

Ocurre a veces que desprecio
la capa
y entonces el viento
secuestra mi escondite
dejándome descubierto
y vulnerable al cansancio,
rendido a la sed del ahogo.

Ocurre a veces que repito
tu voz por teléfono,
también aquella carta
escrita y guardada
sin opción alguna a batalla.

Y ocurre,
ocurre a veces
que olvido recordar todas estas cosas.

lunes, 2 de marzo de 2009

(Sin título)


El tiempo justo que gastar,
momento exacto en que la vela
ahoga la luz en su olor líquido,
cuando el crujir de la persiana
aúlla
y la noche es desterrada hacia la calle.

Vendo mi sombra a buen precio,
lo suficiente para poder pagar el ver la tuya
ese instante antes en que el párpado
cierra sus pétalos y se contrae
en sueños malformados por las ansias.

Alquilo el poder ser
y con él de regalo mis manos
ya tan cargadas de palabras,
ya tan pesadas
como hundidas en esas hojas de libreta
que había de ser para mí y que quedó en todo
menos yo.

Escorado hacia la izquierda
busco un apoyo a mi cansancio
y es tal el golpe
que la carga de remordimientos cae
dejándome insufriblemente sólo.