miércoles, 26 de noviembre de 2008

Todo


Todo,
la culpa, la sed,
el aire, las ganas,
la duda y deseo,
el desliz, la mirada,
el verde del tallo,
la flor deshojada,
la canción, el acorde,
comienzo y parada,
el roce del labio
y el beso que emana,
ausencia, presencia,
dolor... tanta calma,
la mano

-tu mano-
en mi vacía palma,
la tinta del verso
y cada, cada palabra.
Todo
cuando eras todo.
Todo
ahora que nada.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Qué


Qué me queda
ahora que el papel descuidó tu nombre
en aras de alguna fe,
cuando es ceniza la arena
y esputos la lengua del mar.

Qué me queda ahora
sino recuerdos roídos por la duda
y bolsillos cargados de preguntas
que entorpecen la huída.

Dime,
qué me queda
excepto yagas en la comisura del fin,
vacío que ni la palabra alivia
al perder pie aguardando
sobre el hueco zanjado
donde plantada había tu sombra.

Qué ahora
cuando el silencio es un cáncer
deshojando lentamente la sonrisa,
ahora que condenado
el castigo arrasa y lo es todo.

Dime
qué queda ahora
que me siento tan y tan solo.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Esbozo


Me sonries
me miras
te miro
y decido sonreir.


Esta noche
no hay luna
y el frio nos evita,
ni darnos cuenta
olvidados en tu abrazo
-que no el mío-
secuestrados en tu beso
-que no el mío-
¿Nos dimos?
Te diste
eso es claro.
¿Cuanto tiempo gastado?
Desde el último intento
recuerdo.
Hoy regresas,
en tu espalda, tatuada,
mi palabra,
aferrada a tu mano
mi desidia.
Me recoges
y sacudes las preguntas de mis ojos,
quietamente
tus dedos en mis labios
consiguen esbozar
en ellos la sonrisa.


Me sonries
me miras
te miro
y decido creer.

jueves, 13 de noviembre de 2008

No es poesía


He dibujado la luna, el cielo, el mar... He dibujado tantas cosas que alguna vez olvidé los motivos que me llevaron a calcarlos sobre el papel. Porque todo tiene un motivo, hasta que ese mismo motivo inicial queda relegado a un plano secundario. Alguna vez se me recriminó que en la poesia no soy claro, y es cierto, y normal que entre tanto adorno no alcancemos a ver la sonrisa que nos guía. Asi que hoy no escribiré poesia.
Anoche me descubrí embobado frente al volante, mirando al cielo, ese lugar a donde acudimos una y otra vez cuando no sabemos a dónde ir, a dónde llegar con nuestras palabras. Demasiadas veces la palabra Luna resume un sentimiento, una necesidad. Hoy tengo esa necesidad, hoy tal vez pudiera desnudarme, ser carnaza de opiniones, diferentes lecturas sobre unas mismas palabras... y no sería claro, sería poesía.
Ocurre que hay veces, sólo veces, que los motivos se nos aparecen sin pomposos telajes, sin un maquillaje excesivo. Momentos en que quedamos sentados en la misma sala, ante la pantalla y a solas, ese motivo y el que lo describe.
¿Qué queda cuando se pierde el motivo? No se,, tal vez lo que siempre ha sido...poesia. Por eso hoy no quiero perderme en ella, hoy sólo quiero escribir sobre el motivo, sobre tí. Y tal vez, sólo tal vez, otro día vuelva a coser con esmero versos que den la lejana sensación de motivos perdidos.
Hoy no me quedan fuerzas para levantar rimas. Y de los motivos... qué decir... que realmente quedamos a solas ellos y yo.
Sólo espero haber sido, esta vez sí, lo suficientemente claro.

martes, 11 de noviembre de 2008

Suspiros





















Suspiros fechados,
amorfos, rendidos, grillados,
cercenados suspiros
carentes de fe
y sin gota de hálito.

Respuestas vacias que adornan el quicio
de la ventana que aún da a tu tejado
donde la chimenea calló
cedida al invierno,
donde ya no sopla la lumbre
que antes alimentamos
con madera hecha niños
dos perros y un gato.

Lejos,
en algún lugar,
la sinfonía debe escucharse rota
hecha trizas papel,
hojas caídas que el viento arrastra
huérfanas de árbol,
ruidosas pisadas de este camino
que se dibuja
tan y tan largo.

Suspiros sin respuesta,
sin pregunta lanzados
a los rojizos ojos del fue.

Niños grotescos,
caprichosos, malcriados...
todo aquello que un día se nos antojó

y al siguiente quedó por hacer.



lunes, 3 de noviembre de 2008

Poesia incompleta (en doce horas)

(A long long time ago...)


Sabes,
no todo sabrá a lo previsto
cuando la verdad se descorche agitada,
sin ruido,
llenando los labios de cristal y ceniza
de esa hoguera
a la que lanzamos aquellos ideales
que un día escondie
ron la desnudez
de las cuatro paredes del alma.

Sabes,
no todo habrá de estar listo
al traspasar la puerta y comenzar
a marcar de huellas el prólogo,
veremos mil veces borrar el camino
de nieve desde la ventana.

Sabes,
no hay silencio en deseos
a pesar que la voz quede muda.

No te alejes,
el frio no deshoja temblores
cuando falta el abrazo.