martes, 5 de enero de 2010

Fuga

Que no sabes qué hacer conmigo...cuando ni yo se qué hacer conmigo. Podríamos comenzar por coger el cómo me ves, añadirle el cómo me veo y tratar de descubrir quien soy. Aunque lo dudo, dudo que alcanzaramos a encontrar algo más de en qué me convertí, un ser demasiado gaseoso de su pasado, demasiado gaseoso de su futuro, y demasiado sólido y pesado de su presente.
Que me resulta demasiado fácil escribir sin corsé, punteando sin tela, como hacer mímica usando palabras. Y que tanta letra no me lleva a ningún sitio, que me cansé tratando de dictar un orden y que al final todo se confunde entre lineas de silencio. Asi que callo y observo. Y todo vuelve a reducirse a lo único que siempre fué.

Que volví a cruzar la calle y ya mi acera quedó demasiado lejos...
Que lentamente todo vuelve a su razón de ser...