domingo, 13 de septiembre de 2009

Marionetas


Humo en el cristal

tratando de no caer,
olores de madrugada
marchitando al sol de media tarde
o la voz de una criatura
temiendo dormir
y no despertar mañana.
Todo se desliza demasiado rápido
mientras tratamos de anclarnos
al punto de partida.
Es lo que somos,
humo, aroma y llanto
y algún gramo de fe
del que nos reímos demasiadas veces.
Hoy lo ví claro,
marionetas que cuelgan del escaparate
deseando que otras manos las devoren.

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