sábado, 29 de noviembre de 2025

Epistolar

Hola,

que lejos estuviste todo el tiempo.

Tuve que tocar tu piel para darme cuenta

de que jamás podría llegar a ti.

Que las palabras duelen tanto 

como el silencio que dejas entre ellas

y ya no sé si apartar la mano,

dejar que caigan al anhelo,

o tratar de agarrarlas al vuelo 

y reabrir las llagas 

que apenas si quieren sanar.

Es todo tan confuso

que sólo saberme en mi estado

es la cura a su propia enfermedad. 

A veces trato de convencerme 

que no eres  la mejor opción,

que nunca lo fuiste,

hasta que me descubro 

escondido tras la verdad 

y cedo a la mentira que es 

tratar de olvidarte. 

lunes, 17 de noviembre de 2025

Dormir


Dormir cosiendo mi cuerpo a tu cuerpo,

anclarme al calor que desprendes

mientras fuera el frío hace nido.

Dentro, bajo las sábanas

débilmente disfrazadas de refugio,

el tiempo nos cedió silencio

en donde juego a escuchar,

con la inquieta punta de mis dedos,

el dibujo de tu cadera.

Desvelado, como niño engañado 

que anhela encontrar deseos

bajo el árbol,

trato de cazar en tu respiración

el aliento derramado de tus labios

y poder beberlos de su copa.

Desvaneciéndose tu olor 

lentamente entre mi abrazo

al saber que, escondida tras las horas,

la mañana ha de acabar por encontrarnos 

en esta noche en que fingimos ser

y esconderá, tras su cortina,

por siempre el sueño.