jueves, 23 de septiembre de 2010

No hables

















No hables...
prefiero que escuches
el verde templado que habita en la sombra
el sollozo fugado al rincón del latido
o la luz desposada que tibia
rasga la madrugada.

Por esto y más
no hables...
ni verbos, ni ganas, ni asaltos,
tan sólo la mano tendida
y tus labios sellados.

Dejemos al reloj y sus fusas
calzar nuestra languidez.

1 comentario:

www.delasvoces.blogspot.com.ar dijo...

prefiero que escuches
el verde templado que habita en la sombra
el sollozo fugado al rincón del latido
o la luz desposada que tibia
rasga la madrugada.

no hables...
ni verbos, ni ganas, ni asaltos,
tan sólo la mano tendida
y tus labios sellados.