miércoles, 28 de noviembre de 2007

Ahora


Ahora que los grillos

comenzaron a serrar la noche con sus patas
y el silencio
planta sueños bajo nuestras almohadas
a la espera de una luna que las riegue.

Ahora
que el viento esquiló el cielo de nubes
donde desnudos quedaron
los deseos que no caen...

Tornaré ahora a nuestro lugar,
allí donde el alma escora
y guardé enterrada mi fe en tí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre hay algún lugar que nos hace sentir bien o mal... recordar cosas bonitas o no tan bonitas... y siempre volvemos a el... como si algo dentro de nosotros nos impulsara hasta allí... quizas sea por el deseo que tenemos a veces de no querer olvidar las cosas del todo...

Un saludo un gran abrazo y muchos besos...